Narce Ruíz nació en Monterrey, México. Después de estudiar Ciencias de la Comunicación en la UANL se mudó a España a hacer realidad su sueño del cine. Estudió en las Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid (ECAM), en los 5 años que vivió en España produjó algunos cortos y participó en el largometraje PIENSA de Pablo Alvort. Desde el 2007 es Programadora Asociada en el Festival Internacional de Cine de Monterrey. Tiene el grado de Master en Artes por la Facultad de Artes Visuales.
Conocí a Narce cuando estábamos en la Universidad. Cursamos juntas la carrera. El tronco común, como llamamos en México, lo hicimos en diferentes grupos, pero la conocía bien. Los últimos semestres de especialización, los cursamos juntas. Siempre ha sido de carácter fuerte y líder, con la persistencia de luchar por lo que quiere. Recuerdo mucho un día que estando en clase ella comentó que “algún día sería parte de la industria del cine, así fuera vendiendo boletos en un cine”… En ese momento pensé “ésta mujer está loca, el cine sólo se hace en E.U.”. Grave error. Hela aquí. Ahora trabajamos juntas nuevamente y me impresiona mucho siempre la manera en la que reacciona ante su trabajo. Como Programadora Asociada del FIC Monterrey se encarga de los cinco programas de cortometraje internacional, dos de cortos mexicanos y uno de Nuevo León. Por ello decidí hacerle esta entrevista.
Janeth: ¿Qué fue lo que catapultó tu gusto por el cine?
Narce: Siempre me ha gustado el cine, creo que mi papá nos inculcó eso en la familia. Tendría decir que el gusto viene de las películas de los domingos del canal 28 (canal estatal de gobierno) o de las películas de madrugada del canal 5 (canal nacional comercial), que ponían cosas de Almodóvar, en el 28 de Buñuel y así. Pero nunca olvidaré cuando ví en la Filmoteca de Madrid “81/2 de Federico Fellini”, fui feliz de saber que existió, que hizo lo que hizo, que es un genio y cómo su cine no ha perdido vigencia”.
J: ¿Qué crees que te ha dado más “tablas” para hacer tu trabajo, estudiar cine o el ver cine?
N: Ambas dos, no son excluyentes, al contrario. Es tan importante estudiar cine como verlo.
J: ¿Qué aspectos tomas como base para decir, “este es un buen cortometraje”?
N: Lo que llamo el factor WOW, tengo que hacer algo así como Woow, o, aaaah, o uuuffff, es decir que me despierte emociones, que me mueva de mi silla, que no me quede impavida ante lo que estoy viendo, tampoco tiene que ser algo muy trasgresor, simplemente algo “out of the box”.
Y es que debieran verla, allí en la oficina frente a su televisor con sus audífonos puestos haciendo una expresión diferente ante cada escena, ante cada historia. El programar películas es un trabajo de cirujano. En el caso del FIC Monterrey que llegan más de mil películas de corta duración, su labor es ardua y sin embargo muy bien realizada, y no a juicio mío, si no del público y de los jurados que ven los cortometrajes. Siempre disfrutando de los filmes sin perder de vista lo esencial. Me inquieta siempre saber qué tipo de historias la atrapan más rápido a lo que responde: en mi experiencia de dos mil cortos, sólo llega un muy reducido porcentaje de cine de género, casi todo es puro drama, entonces a mí me gusta el género, comedias frescas, terror auténtico, thrillers psicológicos elaborados, son las historias que más me gustan”
Y cómo podrán ver, después de ver más de dos mil cortometrajes, aún puede sorprenderse… eso es lo que más me impacta de su persona. Su facilidad para impresionarse de las cosas, ella misma dice que siempre habrá cineastas talentosos buscando sorprender a programadores de festivales. Yo creo que al público también.
Su trabajo también consiste en estar en las salas durante el Festival, presentar las películas y hacer los Q&A con los directores, por lo que le pregunté: Cuándo estas en las salas, durante el Festival ¿qué es lo que más disfrutas? “Ver los cortos que yo ví en una pantalla de televisión pequeña en la sala de cine, sobre todo los que están en 35mm es tan bonito ver una proyección de un cortito en 35mm… oooh se me incha el pecho de orgullo y eso que yo no los hice, sólo los seleccione”.
Ella cree firmemente que para hacer mejor cine, se necesita ver cine… me ha comentado en repetidas ocasiones que le da mucho coraje que los directores de cortometrajes no se acerquen a los festivales o muestras de su ciudad a comparar sus trabajos… tanto en calidad como en narrativa. “De verdad, hace falta cultura en general, me parece que es un problema que viene desde la educación primaria”, al menos en la ciudad donde vivimos se presenta esa problemática, pero creo que puede ser por igual en muchas ciudades, por lo que le pregunté:
¿qué les dirías a los nuevos cineastas para que cuenten mejor una historia? A lo que Narce contestó: leer mucho y claro ver mucho cine, pero sobre todo, pensar fuera de la caja, no ir tanto a los lugares comunes. Así que aquellos directores, guionistas y productores jóvenes que deseen convertirse en un cineasta importante, allí tienen una opinión de una programadora de festivales.
Para terminar y aunque se supone que es complicadísimo tener una película o director favorito, a mi me gusta preguntar, porque creo que sí hay gente que las tiene… Narce contestó: Esta es la pregunta del millón de dólares. Qué difícil tener sólo un favorito, me gustan muchos: Almodóvar, Kaurismaki, Park Chan Wook, el mismísimo Kubrik, Kieslovski. Pero soy tan cursi que entre mis pelis favoritas está “Mi vida sin mí” de Isabel Coixet. Su respuesta me deja claro que su gusto por el cine es muy amplio. Buenas producciones pero muy de autor, sin ningún estilo ni temática en particular. Simplemente buenas historias.
Narce Ruíz
Por Janeth Aguirre
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